A modo de presentación

Bienvenida/o! Espero que te guste lo que vas a encontrar, la idea es que haya un poco de todo, como en esas cajas de las abuelas, como en un circo criollo, como en el camino que vamos andando....

miércoles, 21 de abril de 2010

Descubrimiento

   En estos meses que llevo sin trabajo tuve la suerte de enganchar varios viajes, viajecitos cortos, sin gran despliegue, muchas veces sin salir de la provincia. Igual, yo me pongo contenta porque me gusta viajar.Cuando volvía del último de estos viajes me di cuenta de algo, tuve una especie de revelación, una revelación de persona simple y poco dada a la grandeza: No es cierto que me guste viajar, la verdad es que me revienta pasar horas en un bus, siempre he tratado de abreviar las horas  viajando de noche y con una pastilla a mano, sufro como condenada si el viaje es de día y ni hablar de ir en auto sentada atrás, me dan ganas de tirarme a la ruta....
   Pero por qué siempre dije que me gusta viajar? Y aquí es cuando aparece mi modesta epifanía: lo que me gusta es estar en una terminal, me gustan las terminales de bus, de tren (ya sé, son estaciones), de subte. Me gusta ese tiempo que antecede a la partida, me gusta poner el pie en una terminal, conocida o no y mezclarme entre tanto viajero.
   Me gusta irme.
   También me gusta llegar .

miércoles, 14 de abril de 2010

Planificación Familiar

   Miguel Kiefer, rumano, de 59 años, tenía una chacra en Pampa del Infierno, Chaco, donde trabajaba en unión de su esposa Margarita Schmidt, de 46, y de sus hijos Juan y Jorge, casado éste con Teodora Diébole, de 21 años. Próxima Teodora a ser madre, y como el niño iba a constituir una carga, la suegra resolvió que debía abortar, para lo cual inflingía durísimos castigos a su nuera, sin que su hijo se atreviera a intervenir. Ante la inutilidad del procedimiento, y previo consejo de familia, se decidió matarla mediante la picadura de una yarará, que fue introducida en una canasta de ropa. Luego la señora de Kiefer ordenó a su nuera que buscara una camisa en la canasta, siendo entonces picada por lo víbora. Como el veneno parecía actuar con lentitud, y temiendo que finalmente no tuviera efecto mortal, la familia subió a un carro y obligaron a Teodora, atada con una soga, a seguir la marcha corriendo. Enloquecida por la sed y por los efectos del veneno, contó luego su marido al tribunal, la muchacha clamaba piedad. Pero la sentencia de muerte había sido ya dictada. Para acelerarla, la suegra la asfixió apretándole el cuello con un pañuelo.

martes, 6 de abril de 2010

Me afanaron!!!!

    Juro que hace varios meses que venía pensando en una etiqueta que cambiara de color según la  temperatura del vino.Y dele que dele con la idea.....hasta anoche que vi la nueva publicidad de Quilmes!Les hago jiucio como Elsa Bor de Lencuentro?

lunes, 5 de abril de 2010

Compromisos

Yo me comprometo a vivr con intensidad y regocijo, a no dejarme vencer por los abismos del amor, ni por el miedo de que éste me caiga encima, ni por el olvido, ni siquiera por el tormento de una pasión contradecida. Me comprometo a recordar, a reconocer mis yerros, a bendecir mis arrebatos. Me comprometo a perdonar los abandonos, a no desdeñar nada de todo lo que me conmueva, me deslumbre, me quebrante, me alegre. Larga vida prometo, larga paciencia, historias largas. Y nada abreviaré que deba sucederme, ni la pena ni el éxtasis, para que cuando sea vieja tenga como deleite la detallada historia de mis días.
    (Ángeles Mastretta)